Una revolución en la Nueva Era.
Los descubrimientos de la física cuántica tuvieron inmediatamente su repercusión sobre muchas otras disciplinas. Los psicólogos empezaron a cambiar su actitud frente a sus pacientes, frente aquellos que les venían a las consultas y les planteaban casos que antes eran considerados como psicóticos o esquizofrénicos. Abandonar el cuerpo, oír voces, tener sueños premonitorios, acceder a otras realidades ya no eran causas de enfermedad, sino estados reales que, algunas personas más sensibles que las otras o menos condicionadas que el resto de la población, tenían la facultad de acceder. Esos pacientes ya no podían tratarse como enfermos o locos que había que encerrar en manicomios, o a quién había que sobrecargar de ansiolíticos que terminaban convirtiéndolos en vegetales.