El aura humana es una especie de antena emisora y receptora de mensajes mentales, emocionales, bioquímicos, bioeléctricos, extrasensoriales a distancia, instantáneos. Es como el espíritu de la materia, como una psicomateria; como una materia sutil y semimaterial, incorporal, imponderable. Actúa como un registro permanente de todas las impresiones, sensaciones biopsíquicas. Encerrada en la materia, la organiza, la unifica, la sensibiliza, la sobrevive en su muerte y desintegración material.