Alquimistas, Hermetistas, Ocultistas y Maestros.
«No debemos olvidar que los tratados llegados hasta nosotros fueron compuestos durante el más bello período alquímico, el que abarca los tres últimos siglos de la Edad Media. Ahora bien, en esa época, el espíritu popular, muy impregnado de misticismo oriental, se complacía en el jeroglífico, en el velo simbólico, la expresión alegórica…». Fulcanelli (Moradas filosofales) Trabajaban con matraces, hornos, retortas y crisoles, utilizaban azufre, sal y mercurio, en ocasiones consultaban viejos legajos repletos de misteriosos signos y lenguajes indescifrables. Los había que tras meses de laboriosas manipulaciones y largas exposiciones lunares, conseguían confeccionar poderosos y misteriosos espejos capaces de ver el pasado y el futuro. Otros se valían de las construcciones arquitectónicas para transmitir su mensaje críptico de su ciencia hermética. Puede que algunos se enriquecieran misteriosamente fabricando oro y que otros, accedieran al ambicionado elixir de la inmortalidad. También es posible que todas sus investigaciones sólo les llevasen a un lugar, la piedra filosofal, y el encuentro con su esencia íntima y sagrada. Todos ellos eran los alquimistas, hermetistas y ocultistas.